La de la
rodilla es la articulación más grande de nuestro cuerpo. Al
mismo tiempo es la más compleja, dada la cantidad de estructuras internas
que la componen. Prácticamente no existe una actividad que implique
desplazamiento en la cual no utilicemos esta articulación. En la práctica
deportiva, especialmente en los deportes de contacto como son por ejemplo
el fútbol, el básquetbol y el rugby, las exigencias biomecánicas sobre la
rodilla son muy grandes. De la misma manera, el ejercicio
físico que implique movimientos corporales con desplazamiento como los que
se dan en la práctica de los aeróbicos, la danza, el acto de escalar o
simplemente el de subir y bajar escaleras o cuestas, involucran esta
articulación. El caminar sobre superficies regulares y sin inclinación en
cambio afecta muy poco su funcionamiento.
La de la
rodilla es la articulación más grande de nuestro cuerpo. Al
mismo tiempo es la más compleja, dada la cantidad de estructuras internas
que la componen. Prácticamente no existe una actividad que implique
desplazamiento en la cual no utilicemos esta articulación. En la práctica
deportiva, especialmente en los deportes de contacto como son por ejemplo
el fútbol, el básquetbol y el rugby, las exigencias biomecánicas sobre la
rodilla son muy grandes. De la misma manera, el ejercicio
físico que implique movimientos corporales con desplazamiento como los que
se dan en la práctica de los aeróbicos, la danza, el acto de escalar o
simplemente el de subir y bajar escaleras o cuestas, involucran esta
articulación. El caminar sobre superficies regulares y sin inclinación en
cambio afecta muy poco su funcionamiento.
Con esta carga de
trabajo tan intensa, no es de extrañar que la
rodilla sea la estructura articular por cuya causa se consulta
más a nivel tanto de la cirugía ortopédica como de la traumatología. Esta
tendencia mundial ha sido claramente comprobada y año tras año aumenta. Al
mismo tiempo, con el envejecimiento de la población, la incidencia de
problemas articulares es cada vez mayor y dentro de estos, los que aquejan
a la
rodilla son de los más prevalentes.
Para prevenir la
aparición de lesiones y retardar el desgaste natural de la articulación,
es importante tener en cuenta algunos consejos prácticos que permiten
disminuir la incidencia de lesiones o detectar a tiempo la presencia de
alteraciones que de ser vistas a tiempo permiten minimizar su impacto
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